El otro día hablando con una amiga Dominicana que vive en Italia, me comentaba que había recibido unos invitados en su casa a los cuales les había encantado unas arepitas de yuca que había preparado de la forma tradicional como la hacemos en la República Dominicana, con huevo y anís. Mi recuerdo de unas arepitas de yuca caseras implicaban sobre todo que tenías que rallar la yuca con el rallador, de forma manual, una de las cosas a la que más le temo en la cocina, principalmente porque es una labor que toma tiempo y requiere de fuerza, quizás una de las principales razones por la que no me había animado a hacerlas. Días después me doy cuenta de que el procesador de alimentos que tengo posee diferentes cuchillas para cortar, entre ellas una para hacer rallar en trozos pequeños, bingo! las arepitas no se hicieron esperar.

La yuca es un tubérculo, que se cultiva principalmente en países tropicales, africanos y asiáticos. Su aspecto leñoso por fuera es bastante particular y seguro no llama a cocinarla a quienes nunca la han probado, pero realmente la yuca es un alimento nutricionalmente rico en hidratos de carbono complejos, de hecho se recomienda para personas de todas las edades, niños, adolescentes, personas mayores y deportistas.

Por su facilidad para ser digerida, se recomienda a personas con problemas digestivos, gastritis o acidez estomacal, úlcera o colitis leves. Es nutritiva y ayuda a la flota intestinal, además puede ser consumida por personas con intolerancia al gluten.

Conociendo todos estos beneficios que podemos obtener de una fuente alimenticia de primera, hoy vamos a preparar unas arepitas de yuca para chuparse los dedos.

 Lo primero que hacemos es pelar la yuca con un cuchillo, si está bien afilado mejor. A continuación la cortamos por la mitad de forma que podamos introducirla en la boquilla del triturador y la rallamos. También puedes hacerlo con un rallador manual. Se agrega anís, azúcar, sal y huevo, y se revuelve todo hasta integrar bien. Se fríen en aceite y se escurren sobre papel de cocina.

El resultado será una maravilla llamada Arepitas de Yuca, que se acabarán en un abrir y cerrar de ojos.

Sírvelas como acompañamientos, para picotear con alguna salsa de yogur o mostaza .