Los últimos melocotones de la temporada se los debo a mi amigo Paco. Me escribió un domingo para decirme que el miércoles pasara a recogerlos, que los habían cogido sus padres de los árboles melocotoneros que tienen en la Almunia, y que preferiblemente fuera en coche!!! Así que ya me podía imaginar lo que me esperaba, una caja llena, repleta y desbordante de melocotones frescos recién cogidos, no pude estar más en lo cierto. Eran tantos que después de repartir unas cuantas bolsas, aún quedaban y seguro que no llegábamos a comerlos todos antes de que empezaran a ponerse malos, así que con una parte hice esta riquísima compota y destiné otros pelados y cortados al congelador para utilizar en otras cosas.

La idea de preparar esta receta se la debo principalmente a dos personas en particular, uno es mi amigo Paco y otra es mi vecina. Me llamó la atención que al pasarle una bolsa de melocotones le dije con cara de saberlo todo:

–Puedes hacerle compota a las niñas.

Ella sorprendida me contesta:

–Pero yo no sé hacer compota!

Esto me llevo a pensar, que si mi vecina que tiene un par de mellizas de 1 año no sabe hacerla, por muy sencillo que sea, deben haber más personas que tampoco sepan o que no se hayan puesto en ello, y que quizás estarían interesados en aprender. Así que decidí ponerme manos a la obra y prepararla según mis propios criterios, pensando en el resultado final de como quería que fuera. Consistente, ligeramente dulce, ácida y aromatizada.

Como tenía tanta fruta dividí los ingredientes en dos partes, básicamente porque no me cabía toda en una olla para hacerlo de vez. A los primeros melocotones, agregué manzanas verdes y canela en rama, y a los siguientes les puse lo mismo pero en lugar de canela usé anís estrellado, ambas combinaciones resultaron fabulosas! Cada una con un toque distinto que las hace muy diferente en sabor.

Por cada dos melocotones agregué una manzana verde, las manzanas aportaron un ligero toque ácido equilibrando el sabor dulce de los melocotones. Cuando ya tenía la fruta triturada pero aún caliente, agregué un poco de canela en polvo. En este momento puedes endulzar de la forma que prefieras si ves que hace falta. La fruta que utilicé para esta receta estaba madura y ya tenía bastante azúcar así que decidí no agregar más.

 Hasta la próxima receta!

¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.