Estas mini tartas de chocolate sin gluten con topping de mascarpone y té negro son la bienvenida perfecta para los que vuelven hoy al trabajo después de unas largas vacaciones de verano. Alegran el espíritu más triste y sacarán la mejor de las sonrisas al probarlas.

Nacieron de forma accidentada porque lo que pretendía hacer con la mezcla inicial era otra cosa totalmente diferente, y bendita equivocación. La forma de presentarlas en moldes mini hacen que sean más personales y mucho más vistosas a la hora de servirla, además se cocinan mucho más rápido dentro del horno, lo cual nos evita tenerlo mucho rato encendido y ahorrar un poquito de luz o gas.

Estas mini tartas las preparé con harina de almendra, que en este caso no es más que la propia almendra molida, por tanto no llevan gluten, ni harinas, ni levaduras. He utilizado cacao en polvo puro de chocolates valor y he agregado miel para endulzar. Es un postre con ingredientes muy naturales y buenos valores nutricionales para nuestra dieta.

Para el topping agregué al queso mascarpone un par de cucharadas de té negro del tipo english breakfast tea, el típico y favorito de los ingleses, – regalo de mi amiga cuando fuimos a visitarla a Londres en abril-, y una cucharada de miel. Se puede apreciare en su sabor la fuerza del chocolate, la suavidad del queso mascarpone, el té, el dulzor de la miel sin llegar a ser empalagoso y sin apoderarse de los otros sabores, y las grosellas que aportaron acidez y colorido. Quedan perfectas y debo decir que han sorprendido a quienes las han probado.

Hasta la próxima receta.

¨¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes. Sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino. ¨. Beethoven.