El chocolate es siempre bienvenido en nuestras vidas, no importa la época del año, que haga calor o frío, que sea de día o de noche. Es difícil resistirse a probarlo, asi que supongo que ninguno de ustedes necesitará muchos ánimos para preparar esta receta.

Hacía tiempo que no preparaba algo con chocolate, y siendo antesala del fin de semana he decidido combinarlo con unas palomitas de maíz, una merienda perfecta para pasar el weekend y súper divertida para hacer con los niños que ahora están en casa de vacaciones, se lo pasarán de maravilla bañando las palomitas en el chocolate líquido y viendo cómo se tiñen de blanco a negro.

Aunque en casa somos amantes del chocolate y no podemos parar de comerlo, es cierto que pocas veces compramos, y cuando lo hacemos suele ser negro al 70% mínimo, ya que según los expertos este es el que mejores beneficios puede aportarnos. Sin olvidar que, aun teniendo unas características que en muchos casos suele beneficiar la salud, se debe consumir en cantidades moderadas.

Lo mejor de estas Palomitas de Maíz con Chocolate Negro es que son caseras y que su preparación es muy fácil y sencilla. Las palomitas las hice en la forma tradicional, como me las hacía mi mamá por aquellos años, en olla con tapa y al fuego. Tenía varias opciones para hacerla, en mi casa siempre la han hecho con mantequilla, y podía haberla hecho así, o con aceite de oliva, pero al final me decidí por usar aceite de coco pues quería experimentar el sabor que tendrían las palomitas a coco mezclado con chocolate, y no me han podido gustar más.

 Lo primero que debemos hacer es elegir un chocolate negro que nos guste y que valga para ser fundido. Lo derretí a baño maría, usando un bote de cristal que tenía por ahí guardado y en menos de 5 minutos estaba listo para bañar las palomitas.

Para las palomitas de maíz puse una olla a fuego medio alto con unas cucharadas de aceite de coco de forma que cubriera todo el fondo de la olla, sólo cubrir, luego agregué los granos de maíz de forma que todos toquen el fondo de la olla y lo tapé. Cuando empezaron a explotar las primeras agarré la olla por las asas y la agité un poco para que se quedarán las menos posibles sin explotar. Cuando estén listas echa sal y reserva.

A continuación baña las palomitas con el chocolate fundido y deja reposar sobre papel de horno, luego puedes refrigerarlas y se mantendrán durante varios días.

Esta receta puedes ser un regalo gastronómico perfecto para llevar a casa de algún amigo. Hasta la próxima semana!

¨Las cosas claras y el chocolate espeso¨